Circuito cerebral vinculado a la impulsividad alimentaria

Esta podría ser la clave para cambiar tus hábitos alimentarios

Para muchos de nosotros, tener la capacidad de comer solo una pieza de chocolate en lugar de toda la barra es casi imposible. Esta falta de autocontrol para poder guardar la barra de chocolate es una forma de comportamiento impulsivo y es muy común. Un nuevo e interesante estudio de investigación publicado en la revista

La impulsividad, o responder sin pensar en las consecuencias de una acción, se ha relacionado con la ingesta excesiva de alimentos, los atracones, el aumento de peso y la obesidad, junto con varios trastornos psiquiátricos, como la adicción a las drogas y el juego excesivo.

El equipo de investigadores responsable del estudio ha analizado por qué nuestro cerebro actúa de determinada manera cuando se trata de un impulso. Curiosamente, han identificado un área del cerebro que parece ser responsable de nuestro control de impulsos cuando se trata de alimentos. Según Emily Noble, profesora asistente en la Facultad de Ciencias de la Familia y el Consumidor de la UGA y autora principal del artículo:

“Hay una fisiología subyacente en su cerebro que regula su capacidad para decir no (comer impulsivamente) y en modelos experimentales, puede activar ese circuito y obtener una respuesta de comportamiento específica”.

Utilizando un modelo de rata, los investigadores identificaron un circuito específico en el cerebro que altera la impulsividad alimentaria centrándose en un subconjunto de células cerebrales que producen un tipo de transmisor en el hipotálamo llamado hormona concentradora de melanina (MCH). Si bien investigaciones anteriores han demostrado que elevar los niveles de MCH en el cerebro puede aumentar la ingesta de alimentos, este estudio es el primero en demostrar que MCH también desempeña un papel en el comportamiento impulsivo. Esta es una información extremadamente emocionante, porque al alterar nuestra impulsividad alimentaria, los científicos han creado la posibilidad de desarrollar algún día técnicas para abordar la sobrealimentación obsesiva. Estudios de investigación como estos destacan los problemas de salud que afectan a millones de norteamericanos. La realidad es que la impulsividad alimentaria es un problema importante en nuestra sociedad y ha influido directamente en nuestra relación poco saludable con la comida. Los problemas crónicos como la mala nutrición, comer en exceso y la obesidad se están extendiendo y causando importantes desastres para la salud, como diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Los alimentos procesados ​​en particular, como las papas fritas, las galletas, las cenas congeladas y el pan blanco son objetivos para el consumo impulsivo. Estos tipos de alimentos tienen un alto contenido de sal, azúcar y grasas saturadas que obstruyen las arterias del cerebro y dañan directamente el tejido cerebral. Los pasteles y los dulces también son altamente adictivos y causan inflamación y agotamiento cerebral. Además de los alimentos procesados ​​y los dulces, los siguientes alimentos completan nuestros diez alimentos principales para reducir o eliminar: Carnes procesadas: Las carnes como el pastrami, el salami, el tocino y las salchichas están llenas de conservantes, sal, grasas saturadas y compuestos cancerígenos que promueven la inflamación y dañan los vasos sanguíneos y las estructuras de soporte del cerebro.
  • Carne roja: La carne de res de granja o alimentada con pasto y la carne de caza silvestre tienen un alto contenido de grasas saturadas inflamatorias. Pueden causar menos inflamación que las carnes procesadas, pero aun así provocan daños considerables a nivel vascular y celular.
  • Pollo: El pollo es la principal fuente de colesterol en la dieta estadounidense estándar. El pollo contiene tres veces más grasa que proteína y es uno de los principales contribuyentes a la obesidad.
  • Mantequilla y margarina: alto contenido de grasas saturadas y trans que obstruyen las arterias y encogen el cerebro.
  • Comida frita y comida rápida: alta en grasas trans que reducen el volumen cerebral, lo que contribuye al deterioro cognitivo.
  • Queso: Alto en grasas saturadas. Daña los vasos sanguíneos en el cerebro.
  • Bebidas azucaradas: La principal fuente de azúcar en la dieta estadounidense estándar. Provoca inflamación y daño neuronal.
  • Alcohol excesivo: el alcohol es neurotóxico y daña directamente las células cerebrales.
En lugar de comer los alimentos anteriores que afectan negativamente su salud y comprometen sus células cerebrales, aumente su consumo de los siguientes alimentos nutritivos para el cerebro:
  • Avocados: Diese Frucht ist vollgepackt mit einfach ungesättigten Fetten, die die Gehirnstruktur und den Blutfluss unterstützen.
  • Bohnen: Bohnen sind reich an Antioxidantien, Phytonährstoffen, Pflanzenproteinen, Eisen und anderen Mineralien und erhöhen nachweislich die Langlebigkeit und verringern das Schlaganfallrisiko (eine der vier häufigsten neurodegenerativen Erkrankungen, die Risikofaktoren mit Demenz teilen). Bohnen können den Cholesterinspiegel senken und den Blutzucker noch viele Stunden nach dem Verzehr regulieren, daher der Ausdruck „Effekt der zweiten Mahlzeit“ (bei dem bestimmte Lebensmittel den Blutzucker- und Insulinspiegel während nachfolgender Mahlzeiten beeinflussen).
  • Heidelbeeren:In einer Harvard-Längsschnittstudie, die an 16.000 Krankenschwestern durchgeführt wurde, war der Verzehr von Beeren, insbesondere Heidelbeeren und Erdbeeren, mit einem geringeren Risiko eines kognitiven Verfalls verbunden. Insbesondere deutete die Studie darauf hin, dass der regelmäßige Verzehr von Beeren den kognitiven Rückgang um zweieinhalb Jahre verzögerte.
  • Brokkoli: Reich an Lutein und Zeaxanthin, Carotinoid-Antioxidantien, die die Blut-Hirn-Schranke überwinden und durch freie Radikale und normales Altern verursachte Schäden rückgängig machen können. Eine große Studie an der Harvard Medical School mit über 13.000 Frauen ergab, dass diejenigen Teilnehmer, die mehr Kreuzblütengemüse wie Brokkoli aßen, weniger altersbedingten Gedächtnisschwund hatten.
  • Kaffee: Das Koffein im Kaffee ist ein Adenosinrezeptor-Antagonist, der die Produktion von Acetylcholin, einem bekannten neuroprotektiven Wirkstoff im Gehirn, stimuliert. Kaffee enthält auch starke Antioxidantien in Form von Polyphenolen und Chlorogensäure.
  • Dunkle Schokolade: Dunkler, unverarbeiteter Kakao oder Kakaonibs, die reinsten Formen von Schokolade, sind unglaubliche Quellen von Flavanol-Phytonährstoffen, die nachweislich die Arterien entspannen und helfen, das Gehirn mit Sauerstoff und Nährstoffen zu versorgen. Tatsächlich haben Menschen, die dunkle Schokolade essen, ein geringeres Schlaganfallrisiko.
  • Flax Seed: Contains the highest amount of plant-based omega-3 fatty acids that have been shown to decrease inflammation and reduce LDL (bad) cholesterol levels. La linaza también contiene lignanos, compuestos químicos que protegen los vasos sanguíneos del daño inflamatorio.
  • Té de hierbas: Los tés de menta, bálsamo de limón e hibisco son las tres bebidas más antiinflamatorias disponibles. El té verde contiene catequina de té verde, un polifenol que activa las enzimas que eliminan toxinas. El té de hierbas helado (con stevia o eritritol añadido para darle dulzura) puede reemplazar fácilmente las bebidas azucaradas en el verano.
  • Hierbas: Las hierbas frescas o secas como el cilantro, el eneldo, el romero, el tomillo, el orégano, la albahaca, la menta y el perejil contienen diez veces más antioxidantes que las nueces y las bayas. Incluso una pequeña cantidad aumenta su consumo diario de antioxidantes.
  • Verduras de hoja verde: una rica fuente de polifenoles (antioxidantes derivados de plantas que combaten los radicales libres), ácido fólico, luteína, vitamina E y beta caroteno, todos nutrientes asociados con la salud del cerebro.
  • Hongos: ya sean frescos, secos o en polvo, los hongos mejoran la inmunidad general y reducen la inflamación en los vasos sanguíneos del cerebro. Los hongos Cremini son una excelente fuente vegetal de vitamina B12, que está relacionada con un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer.
  • Frutos secos: Los frutos secos proporcionan la mayor fuente de grasas insaturadas saludables, que se ha demostrado que reducen el riesgo de Alzheimer en múltiples estudios.
Ácidos grasos omega-3 (derivados de algas): omega-3 de origen vegetal de alta potencia que reducen la inflamación y estimulan el sistema inmunológico.
  • Quinoa: Uno de los alimentos más ricos en nutrientes. La quinoa es el único grano que es una fuente de proteína completa (la mayoría de los granos carecen de los aminoácidos leucina e isoleucina). También contiene una gran cantidad de fibra, vitamina E y minerales como zinc, fósforo y selenio, todos los componentes básicos esenciales para las células cerebrales y sus estructuras de apoyo.
  • Semillas (chía, girasol): ricas en vitamina E y otros minerales que estimulan el cerebro.
  • Especias: Las especias contienen la mayor cantidad de antioxidantes por onza en comparación con cualquier otro alimento y son excelentes para apoyar los sistemas de desintoxicación innatos del cerebro. Las especias y hierbas como la canela, el clavo, la mejorana, la pimienta de Jamaica, el azafrán, la nuez moscada, el estragón y otras deben ser una parte regular de nuestra dieta, no solo una adición de vez en cuando.
  • Patatas dulces: Repleto de fitonutrientes, fibra, vitaminas A y C y minerales, este tubérculo en realidad tiene la capacidad de regular el azúcar en la sangre. Sus efectos antiinflamatorios también han sido documentados en numerosos estudios.
  • Cúrcuma: La curcumina, un extracto de la cúrcuma, es un poderoso antioxidante, antiinflamatorio y antiamiloide. En estudios de animales y humanos, se ha demostrado que la curcumina tiene un efecto directo en la reducción de beta-amiloide.
  • Granos integrales: repletos de fibra para reducir el colesterol, carbohidratos complejos, proteínas y vitaminas B. El almidón de los cereales integrales como la avena, el trigo sarraceno, el mijo, el teff, el sorgo y el amaranto es el tipo de carbohidrato complejo más beneficioso: alimenta las bacterias beneficiosas del intestino y proporciona una excelente fuente de energía sostenida para el cerebro
Al incorporar más de estas opciones de alimentos saludables para el cerebro en sus comidas diarias, ayudará a que sus órganos funcionen de manera óptima y comenzará a ver una mejora en su bienestar general. Para actualizaciones de noticias y recomendaciones de estilo de vida enviadas directamente a su bandeja de entrada, suscríbase hoy a la lista de correo de HMI haciendo clic
aquí y registrándose. Autor(es): Equipo Sherzai M.D.